Lamont Dozier. Ese Viejo Corazón.
Esta entrada podría llevar, al igual que la de Godard , la etiqueta "Necrológicas Tardías". El año 2022 aportó una cuota de obituarios de celebridades ligeramente superior a la habitual, especialmente en el campo de la música popular "internacional". Así pues, oímos o leímos, acaso con menos profusión de la que cabía temer, sobre el deceso de Irene Cara o el de Christine McVie -autora de varios temas memorables para Fleetwood Mac en los 70 y 80-, entre otras figuras más o menos distinguidas. Pero una defunción de la que casi nada se dijo por estos pagos fue la de este gran compositor y productor (que encima palmó el 8 de agosto, mismo día que la Olivia Newton-John). Presumo que su muerte habrá pasado, para muchos, tan inadvertida como su previa existencia. Es comprensible: el tipo raramente grabó su propio material y casi nunca figuró en los rankings como intérprete. Además, sus mayores éxitos autorales fueron en colaboración con dos colegas, los hermanos Brian y E